viernes, 29 de julio de 2011

Capítulo 10. Chax.

Akira no tiene ni un pelo de tonto, iba pensando Gabriel; estaba helado de frío, y echaba de menos el mullido abrigo de su prima, aquel día estaba conformándose con una camisa de mangas largas negra y una sudadera con capucha de color rojo apagado, con el numero siete en letras negras en la espalda. Llevaba una bufanda de rayas, roja y negra atada al cuello y se había quitado su pendiente del crucifijo, sustituyéndolo por otro del que colgaba la figura de un murciélago. Sus botas negras se hundían en la nieve acumulada en las aceras.
Por fin su largo Tour por la ciudad de Praga daba resultados y una biblioteca había aparecido a la vuelta de la esquina. Hacía un año que no entraba en una biblioteca, y esperaba que allí encontrara lo que buscaba: Internet. El astuto de Akira le había cortado la corriente para impedirle buscar por la red. Un golpe bajo, sin duda.
Cuando entró en la biblioteca, buscó la zona donde debían de encontrarse los ordenadores, no la encontró, puesto que la biblioteca era enormemente grande, así que decidió acercarse a ver a la bibliotecaria. Una mujer mayor, de pelo gris recogido en un repeinado moño y gafas en la punta de nariz.
-         Hola.-saludó Gabriel, intentando parecer cordial- ¿Ordenadores?
La mujer lo miró de arriba abajo, examinándolo, luego dijo:
-         Lo siento, bonita, están todos ocupados y hay cola de espera.
Gabriel resopló, no tenía ni siquiera ganas de decirle a aquella mujer que era un hombre, así que se limitó a preguntar si había algún sitio cerca donde poder conectarse a Internet. La mujer le dio un par de indicaciones, acerca de un sitio mezcla centro de acogida para niños, mezcla lugar donde los jóvenes pobres y sin recursos podían ir a jugar al billar, al futbolín, además de poseer una salita donde había varios ordenadores con acceso a Internet.
No tardó mucho en llegar y vio que era un lugar ciertamente ruinoso, lleno de chicos de aspecto pobre y sinceramente, también los había problemáticos. Había que subir a la tercera planta para acceder al ciber. Los ordenadores, cabezones y de aspecto bastante antiguo estaban repartidos en mesas viejas y de aspecto defectuoso. Escogió uno de los pocos que estaban libres, con un teclado negro, sus teclas estaban tan usadas y gastadas que algunas letras se habían vuelto borrosas e indescifrables.
La habitación de al lado, estaba llena de críos que jugaban con pelotas y otros juguetes viejos, seguramente donaciones, ya que a todos se les veía demasiado viejos o anticuados. Formaban muchísimo escándalo Además, el Internet iba súper lento, y Gabriel, miraba la pantalla con gesto aburrido, esperando con paciencia que apareciera el resultado de Chax en la red. Resopló.
Como resultado tan solo le salieron tres páginas, movió el cursor para echarles un vistazo, cuando, alguien le tocó el brazo. Se sobresaltó y miró a la persona que le había tocado.
-         ¿Martin?
-         Sabía que eras tú.-rió el niño.
Gabriel sobrecogido, se dio cuenta de que en efecto, cuando había visto al pequeño la tarde anterior su rostro estaba prácticamente oculto y su figura no guardaba mucho parecido con el que tenía en esos momentos, de un adolescente con cara pálida y semblante de desquiciado, pero aceptablemente normal.
-         Ayer no volviste a matarme. –siguió el niño.
El asesino ladeó la cabeza, confundido.
-         ¿Cómo saliste con vida de allí?
Martin se encogió de hombros y dijo:
-         Ella me salvó. Dijo que no pasaba nada, que tú no ibas a matarnos.
-         ¿Ella?
A su mente acudió, como un fogonazo de luz, la imagen de la chica, sus ojos que parecían ver más allá de él, su cara, su voz.
¿A que esperas? Venga, mátame.
El chico asintió.
-         ¿Y quien… quien es ella? –quiso saber Gabriel.
-         Venía tres veces a la semana a ver a los niños pequeños. A veces traía juguetes o ropa. Es muy buena persona y ayuda a los demás sin pedir nada a cambio.
Era totalmente su contrario, pero… ¿Cómo una chica así querría morir?
-         Pero…-siguió Gabriel. - ¿Cómo se llama?
-         ¿Su nombre? –repitió el chico.
-         Sí, si.-asintió Gabriel.
-         No lo recuerdo.
Gabriel resopló.
-         ¿Qué estas haciendo? –preguntó el niño, al ver que Gabriel no iba a reanudar la conversación y que no tenía ganas de volver con los demás, que lo marginaban.
-         Busco información.
-         ¿Hoy no quieres matarme?
El asesino calló, ya había pinchado en el primer enlace, y el ordenador estaba cargando la página. Miraba la pantalla del ordenador, cuando le contestó:
-         No. Ya no. No estoy de servicio.
-         ¿De servicio?
-         Es mi trabajo, pequeño.
-         Pues que feo.
-         No tengo nada mejor que hacer.-musitó Gabriel, con cierta tristeza, cruzándose de piernas en la silla, luego miró al chico y le dijo.- ¿Y tú que haces?
-         Hablo contigo.
-         ¿Y porqué no te vas con los demás niños?
-         No les caigo bien…-miró hacia la salita, con aire triste, luego se volvió hacia él.- ¿Puedo quedarme aquí contigo?
Gabriel resopló de nuevo, exasperado.
-         Está bien.- accedió. –Coge una silla y siéntate.
Mientras que Martin estaba buscando la silla, Gabriel leyó la breve descripción que aparecía en aquella página:
Chax es un demonio marqués (y un duque para algunos autores) del infierno; que tiene bajo su mando a treinta legiones de demonios. Él se convierte en la vista, la audición y la comprensión de cualquier persona en virtud de la solicitud del conjuro. Se piensa que es un demonio fiel y obediente, cuando en realidad es un gran mentiroso y engaña a todos los que les rodea, haciendo que hagan por él todo lo que desee.
¿Un demonio? Se dijo Gabriel. Bah, no es posible. Salió de la página, y entró en la siguiente. Esta vez tardó mucho menos en aparecer la información en la pantalla.
Martin acababa de llegar y había colocado la silla al lado de la Gabriel:
-         Demonio número 44.
-         Es bastante educado, lo que se diría todo un caballero, siempre guarda las formas con todos. Un poco hipócrita y lo que se diría “un pelota”. Puede parecer encantador y agradable.
¡Otra vez! Tercer resoplido.
-         ¿Qué te pasa? ¿No encuentras la información?
-         No encuentro lo que me esperaba.-aclaró Gabriel.
Llegó la hora de probar en la tercera página.
-         A la tercera va la vencida.-pensó Gabriel, con terquedad.
Pero se llevó una decepción al leer:
Demonio. Se hace pasar por humano desde la edad media. Es uno de los demonios más importantes del inframundo. Si este demonio se acerca demasiado a algún humano a este le entran ganas irremediables de matar, poco a poco el humano cambia, se vuelve agresivo, depresivo y psicópata, hasta que se transforma en un caído.
Chax es capaz de moldear a las personas a su antojo y de hacer que hagan lo que este desee.
Chax fue uno de los rebeldes, que decidió hacer estallar la guerra contra los ángeles, para así hacer llegar el fin de los tiempos, según constan los escritos Chax y otros demonios más, acordaron que el mundo sería finalmente destruido en 2.012.
Gabriel se dejó caer en la silla. ¿Qué clase de broma pesada era aquella? ¿Estaba jugando con él? Apostaba que Akira debía estar riéndose de él allí en la mansión. La rabia lo estaba sacudiendo, y sintió unas ganas enormes de romper la odiosa pantalla cabezona del ordenador, a base de puñetazos.
-         ¿Qué pasa, chico asesino? –dijo Martin.
Gabriel paró en seco, había olvidado completamente la presencia del chico.
-         Nada, no me gusta la información que he encontrado. –dijo, echándose el flequillo hacia atrás.- Por cierto, no vuelvas a llamarme chico asesino.
-         Es lo que eres. –argumentó el pequeño.- Además, no sé tu nombre.
El joven tokiota curvó los labios en una mueca de indecisión.
-         Me llamo Gabriel. –confesó.
El niño sonrió.
Ante esto, Gabriel se levantó incómodo y dijo:
-         Creo que tengo que irme.
-         ¿Vendrás otro día a verme?
-         No lo sé. –lo miró un momento, y le revolvió la melena castaña.-Cuídate, Martin.
-         Pórtate bien.-respondió el niño.
No puedo, pensó él, con cierta amargura, mientras salía del edificio. Tenía una charla pendiente con Akira. 

3 comentarios:

  1. ¡Joderr! De todas las cosas que me había imaginado que podía ser Akira, un demonio era la última opción de la lista. Pero la gran pregunta es: ¿será todo una trola de Akira o será un demonio de verdad? Buen capítulo. Espero pronto el siguiente. ¡Un beso!

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  2. Segunda!! :D EING?? E-E-E-EING?? quéee?? Akira un demonio? pero tú estás segura XDD?? Esther en serio me parece que Akira te está mintiendo, fíjate que en el siguiente capítulo diga la verdad.
    -Pero qué co*o estoy diciendo??
    déjalo, días tontos!!
    Muy bien, me encantó. Sube ya el 11 ^^

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  3. Con toda esta noticia nueva de demonios... el nombre de Gabriel me da que pensar.. Ya veremos si estoy en lo cierto! jajajaj Ahora voy a leer el próximo! *-*

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